domingo, 20 de febrero de 2011

Confusión

Mi ocio es tu gran negocio
del que quiera o no, soy su socio;
minoritario, y tan indispensable
como mal recompensado.
Mi miseria es tu riqueza
lo que pienso nunca te interesó,
ni te interesa...
Aunque es mejor si no pienso.
Me explotás para sacarme lo que no tengo.
Hacés que me gusten cosas que no me gustan.
Dirigís cada paso que doy
me hacés ser lo que no soy.
Me hacés creer en cosas que no creo
me mostrás la realidad y no la veo.
Me enseñás con tu ejemplo:
con lo de los demás socialista
y con lo mío un salvaje capitalista.
Y yo te sigo casi sin darme cuenta
¿muy vago? O tal vez muy conformista.
A veces quiero salir y otras me resigno.
A veces salgo y al rato ya estoy en venta.
Y me comprás.
Y me vendo.
Y al rato me pongo idealista,
se me pasa, no tiene sentido.
Y tristemente voy a donde me llevás:
al camino sin rumbo,
que es lo que te conviene,
para que de los perdidos, yo sea uno más.
Y a larga de mi te aprovechás...
Y a la corta también.
Aunque te despotrique
y grite furioso contra tu mierda,
soy un boludo útil para tu causa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario