lunes, 20 de junio de 2011

Lo que te tenía que decir

Iba por mi ciudad caminando solo
mi ciudad, a la que le cambiaría casi todo;
y a la que le dejaría todo como está,
de la que quiero irme todos los días
y a la que nunca podría abandonar.
Como una premonición y sin saber por qué
a ese vidrio espejado me miré.
Venía por la calle pensando en nada,
y pensándote.
Y sin darme cuenta te invoqué,
te invoqué como tantas veces
en las que no apareciste.
Aunque esta vez el destino
me reservaba algo distinto.
Estabas ahí, brillando como siempre
con ese brillo que casi me deja ciego,
ese brillo que dominaba mis instintos,
ese que de tanto buscar, lo perdí.
No es fácil describir un sentimiento,
directamente fue increíble,
definirlo con palabras es imposible.
El piso se movió,
la mente se me nubló.
Mirando para otro lado te miré.
Y cuando te crucé, seguí de largo.
Y así, aunque mucho no me interesaba,
te dije exactamente lo que te tenía que decir.